La sociedad urbana ante la guerra a fines de la Edad...

Notes: La Baja Edad Media fue un período histórico en el que la violencia impuso su impronta sobre el discurrir de la vida social de una manera particularmente clara en toda Europa. Es fácil constatar esta realidad en el siglo XV, cuando la guerra acompaña a la peste y al hambre, delimitando un período de severa depresión, pero la centuria subsiguiente, que a nosotros más nos interesa, no supone reducción en la conflictividad, a pesar del paulatino restablecimiento de las tendencias de la economía en el camino del crecimiento. Siempre bajo el condicionamiento de la tecnología disponible, las actividades bélicas de aquel tiempo pocas veces podían llevar la destrucción más allá del ímpetu de los jinetes más arriesgados o de los efectos de innumerables cercos a ciudades y fortalezas, pero no por ello los reinos dejaban de resentirse en su totalidad. Indudablemente, en muchos territorios no tenían lugar cabalgadas y, sin embargo, los costes de las lejanas operaciones gravaban el nivel de vida de las gentes, las recuas de los mercaderes sufrían daños o tenían que desviarse, y los caballeros y peones debían prepararse para acudir a los oportunos llamamientos. El análisis de tales repercusiones sobre el ámbito urbano es el objetivo del presente trabajo. Para ello se ha escogido un ejemplo determinado, la ciudad de Cuenca, que dispone de suficientes documentales, y una etapa cronológica que se extiende entre 1475 y 1492. Tiempos de cambio y, a la vez, de guerra, civil en primer término, de conquista después, rumbo a la consolidación del poder de los Reyes Católicos